Pasado fiestas todos nos sentimos algo más pesados porqué hemos tenido excesos durante las navidades y, en algunos casos, esto conlleva un ligero aumento de peso. Es muy habitual ver anunciado en estas fechas, leer por internet, que alguien nos cuente… la milagrosa dieta «detox», depurativa o de limpieza, que nos va a venir muy bien para eliminar de nuestro organismo las toxinas que hemos acumulado, bajar de peso, mejorar nuestra piel, estar más radiantes… y todo ello en muy poco tiempo.
Pues bien, como nutricionista os digo que esto no es así. Realmente no necesitamos dietas «detox» para desintoxicarnos, nuestro cuerpo es muy válido por sí mismo para depurarse. Tenemos órganos que se encargan de ello a diario, concretamente el hígado, los riñones y el sistema digestivo, que hacen que las toxinas que se producen o introducimos en nuestro organismo sean eliminadas. Nuestro cuerpo metaboliza sustancias, algunas de ellas para que dejen de ser tóxicas, como el alcohol (sí, el alcohol es un tóxico), y otras que al ser metabolizadas se convierten en sustancias tóxicas como la urea y el ácido úrico. Si no tuviésemos este sistema de metabolización y excreción de sustancias tóxicas no viviríamos mucho. Así que no hace falta que nos gastemos dinero en este tipo de dietas que no tienen ninguna base científica y que están contraindicadas por varios motivos, algunos de ellos son:
- no hay reeducación alimentaria, no nos muestran los errores que hacemos y no nos dan pautas para corregirlos
- suelen ser dietas líquidas muy hipocalóricas en las que el aporte de proteínas y grasas es muy bajo
- algunas llegan a incluir laxantes o diuréticos aumentando el riesgo de deshidratación
- puede variar el estado anímico (irritabilidad, sueño, cansancio…)
- la mayoría del peso que se baja es de líquidos
- el resto del peso perdido es de grasa (no tanta como nos quieren hacer creer) y de músculo, que es un problema. Al disminuir nuestra masa muscular también lo hace nuestro metabolismo y eso conlleva que gastemos menos energía
- se pasa hambre (habrá gente que te diga que no pero no es lo habitual) y la sensación de hambre dura bastante, incluso meses después de volver a comer la ingesta habitual. Con lo que es muy probable que acabemos ingiriendo más calorías de lo que hacíamos antes de empezarla
- suelen estar asociadas al temido efecto rebote. Ya qué cuando volvemos a comer normal nuestro cuerpo dispone de menos masa muscular para quemar las calorías así que lo más seguro es que se transformen en grasa, recuperemos el peso perdido (incluso más) y nos cueste mucho más bajarlo. Y este comer normal probablemente no sea comer bien porqué la dieta no nos ha dado pautas para poder hacerlo así que volveremos a comer como lo hacíamos antes de empezarla, es decir a llevar un estilo de vida que en su momento hizo que nos propusiéramos hacer una dieta detox porqué queríamos bajar de peso rápido (acabamos volviendo al inicio).
Lo peor de todo es que cuando se acerque el buen tiempo y haya que empezar a quitarse ropa llegará la operación biquini, otras tantas dietas milagro en las que ocurre lo mismo, un círculo que hace que nuestro cuerpo parezca un yoyó.
Mi recomendación es que si necesitáis ayuda para bajar de peso acudáis a un profesional que os enseñe unos buenos hábitos de vida basados en la comida real y el ejercicio físico, para que perdáis peso de una manera gradual y que este no vuelva a subir.
Si deseas obtener los beneficios de una adecuada alimentación, asesoramiento nutricional ponte en manos de un profesional y solicita cita previa para una consulta con Elena Giralt, la nutricionista en Corpore Fisioterapia Bilbao. Conoce más sobre su trabajo en www.corporefisioterapia.com
CORPORE FISIOTERAPIA C/Navarra 6. Bilbao. 94 424 2938