Según las estadísticas un 12,6% de la población decidirá apuntarse a un gimnasio al comenzar el año, tendrá el propósito de conseguir mejorar su forma física pero estas mismas estadísticas apuntan que solo un 30% lo consigue… Si estás entre ese 12,6% que mañana saldrá de casa con la mochila del gym preparada y no quieres estar entre el 70% que se rinde te damos unos consejos para reengancharte al deporte.
Practicar deporte está claro que es beneficioso, pero el realizarlo a una intensidad a la que no estamos preparados, pasar del 0 al 100, es uno de los peligros.
Si no has estado entrenando en todo el año o lo has hecho ocasionalmente y vas a comenzar a practicar deporte, debes comenzar de manera progresiva, e intenta evitar deportes que impliquen un riesgo de caída o golpe, pues los reflejos también son menores con la falta de entrenamiento. Estira para relajar la musculatura y descansa siempre que notes algún tipo de molestia por leve que te parezca.
Las caminatas sin preparación previa y calzado inadecuado o bien las que se realizan descalza por la arena pueden provocarnos dolorosísima fascitis plantar, de la que ya hablamos en nuestro anterior artículo. El running el impacto que provoca puede conllevar lesiones lumbares, esguinces de tobillo o lesiones en las rodillas por sobrecarga. Aún estás a tiempo de pedir a los Reyes una buena equipación, buen calzado como prioridad. Si has decidido iniciarte en running puedes acudir a nuestros talleres de estiramientos en Corpore Fisioterapia. http://www.corporefisioterapia.com/taller-de-estiramientos-musculares-para-corredores/
Una buena opción para comenzar es la natación, ten en cuenta que puede que no te encuentres cansado mientras nadas pero es frecuente en los primeros días una fatiga generalizada por la adaptación a la resistencia que opone el agua al movimiento. Además, si se nada de forma incorrecta, se pueden ocasionar molestias en el hombro.
Elige tu deporte, no te dejes llevar por las modas. Para ayudarnos a crear un hábito en los inicios es un buen truco tener compinches, quedar para ir a correr, un partido entre amigos, cualquier deporte de equipo o raqueta en el que aumenta la motivación. Sin embargo, somos competitivos desde que corríamos detrás de los bisontes y esto puede provocarnos lesiones a nivel de tendón o roturas fibrilares cuando exigimos a nuestra musculatura un rendimiento para el que aún no está preparada. Para ello, ten claro tu nivel y elige tus compañeros.
Tu cuerpo va a necesitar una alimentación sana y equilibrada, añade a tus propósitos un cambio en tu nutrición y sentirás que tienes más energía y lo notarás en tu rendimiento. Además todos los deportes no son recomendados cuando existe sobrepeso, hablamos de los deportes de alto impacto (correr, futbol…). Una correcta alimentación junto con el descanso, son el entrenamiento invisible y son imprescindibles para mantener la rutina.
Marcaté una meta a medio plazo, pero que conforme un objetivo a largo; te ayudará a mantener la ilusión del primer día hasta que asimiles la práctica de ejercicio como una rutina. Esto sirve de estímulo para no perderte por el camino. Todo dependerá de tu experiencia con el ejercicio físico hasta la fecha y de cómo esté preparado tu cuerpo para la actividad que te planteas realizar. Todos sabemos que está de moda triathlon, los marathones, carreras xtreme… pero márcate objetivos realistas en cuanto la base de preparación de la que partes y todo llegará….
Sigue nuestros consejos:
- Dosificate! Realiza ejercicio con moderación y repártelo durante la semana con una frecuencia de tres a cinco días durante aproximadamente 30-60 minutos de intensidad moderada. Quién mucho abarca, poco aprieta, dice el refrán, así que no lo des todo al principio o te quedarás sin nada… Empieza poco a poco y da tiempo a tu cuerpo-mente para que se acostumbre a la nueva rutina. El sobresfuerzo puede ser contraproducente y terminar con tu propósito.
- No practiques ejercicios de impacto (correr, futbol, vóley….) si tienes sobrepeso.
- Escucha las señales que te manda tu cuerpo’: Nuestro cuerpo se comunica con nosotros y hay que aprender a escucharlo y respetar nuestros límites. Tomarse un breve descanso cuando nos sintamos ‘cargados’ puede evitar que pasemos una larga temporada en el dique seco. Además, no hay que olvidarse de las fases del calentamiento o los estiramientos, claves para acomodar el cuerpo a nuestro nuevo estilo de vida.
- Equipate. No te pongas a correr con la primera zapatilla que encuentres. No es lo mismo correr por la playa, que hacer senderismo por la montaña, utilizar calzado adecuado para cada actividad es fundamental. Buena sujección en el pie, ropa cómoda y transpirable. Son cada vez más las opciones que nos ofrecen las marcas, conscientes de los beneficios que supone la práctica del deporte en todos los aspectos de la vida. Pero que no te timen, no siempre lo mejor es lo más caro, compara y equípate con lo necesario para tu nivel.
- Si vamos a hacer senderismo, calienta y estira la musculatura antes de las caminatas. Al finalizar volver a estirar. Podemos aprovechar, si hay río o un arroyo, para meter los pies descalzos buscando el efecto relajante y antiinflamatorio del agua fría. Evita cargas innecesarias en la mochila, bocata, palo selfie y agua! Lo demás son tonterías…
- Calienta la musculatura y realiza ejercicios de estiramiento antes de iniciar actividades explosivas como correr, jugar a deportes de equipo y/o contacto, etc. Evita las horas centrales para evitar «golpes de calor». No te olvides de proteger tu cabeza del sol, y de beber mucha agua, antes, durante y después de la actividad. ¡Cuidado con la deshidratación!
- Para montar en bicicleta utiliza siempre casco, no te pases en la ida, hay que volver… y en bicicleta!!! El uso de protectores para los codos y las rodillas también son útiles si vas a patinar.
- Si aparece dolor, para inmediatamente descansa. En caso de lesiones agudas (esguinces, contusiones..) puedes colocarte frío (hielo, bolsas de guisantes congelados, pack de frío instantáneo, etc.) pero únicamente las 48 horas siguientes a la lesión. Si abusas del frio impides la regeneración del tejido retrasando la curación. Ocurre lo mismo si tomas antiinflamatorios, que como su nombre indica impide la inflamación del tejido reduciendo el dolor y animándote a continuar con tu práctica deportiva, empeorando e incluso pudiéndote ocasionar una lesión más grave. El problema es que una lesión, aunque sea menor, si no se trata correctamente puede arruinarnos le verano. Si no se curan bien, hay lesiones que pueden convertirse en crónicas, lo que origina dolor e impide la práctica de deporte pero, además, crea problemas de compensación biomecánicas provocando lesiones en otras áreas del cuerpo.
Y, por supuesto, si tienes algún problema, puedes consultarnos en el 94 424 2938. www.corporefisioterapia.com